La Iglesia católica de Argentina optó por no opinar sobre la condena judicial que recibió hoy el sacerdote Julio César Grassi por abuso sexual agravado y corrupción de menores.
"La autoridad eclesiástica no suele emitir juicio ni comentario alguno sobre la actuación de la Justicia civil en casos en los que están involucrados miembros del clero, ya que la Iglesia acata, como siempre lo hizo en casos similares, el veredicto de la Justicia civil, que es pareja para todos los ciudadanos", dijo la Agencia de Información Católica Argentina (AICA).
La agencia, que depende de la Conferencia Episcopal argentina, dio a conocer la noticia de la condena a Grassi a través de su servicio informativo con detalles del proceso judicial en el que el religioso fue enjuiciado por 17 hechos de abuso sexual, de los cuales fue absuelto en quince.