El asiático Lam Wang Choi Lao, de 56 años, fue asesinado a varillazos por varios delincuentes, que intentaron asaltarlo cuando se aprestaba a abrir la panadería Jacky, ubicada en calle H de San Joaquín.
En la escena del crimen se encontró ropa ensangrentada y huellas dactilares en varios objetos contundentes, los cuales presumiblemente fueron usados por los delincuentes para golpear mortalmente al chino.
Luego de varios operativos, la Policía mediante un allanamiento logró encontrar en una de las casas de la barriada ERSA, ropa y toallas ensangrentadas, donde se procedió a detener bajo investigación a un joven de apellido Cruz, de 18 años, como uno de los posibles sospechosos en el asesinato del comerciante asiático. Además se busca a un hermano de Cruz. |