Hipólito Quintero fue una de las víctimas de la dictadura militar. Aristides, uno de los siete hijos de Hipólito, revela que éste fue detenido en las montañas de Las Marías, en Altos de Uracillo, el 3 de enero de 1969.
Los militares le dieron un tiro en el tobillo, luego lo arrastraron desde ese lugar por unas montañas y lo llevaron a Altos de Uracillo donde había una Iglesia de Barro donde tenían como rehenes a personas del lugar.
Quintero, nacido el 30 de enero de 1930, era acostado en el piso con las manos abiertas y pies, luego lo torturaban y nuevamente lo metían en la iglesia.
El 14 de febrero de 1969, a Hipólito, quien era dirigente de las Campesinos democristianos, lo torturaron todo el día y el 15 en la noche lo asesinaron y lo dejaron abandonado a la intemperie. Los militares le prohibieron a la comunidad tocarlo y sepultarlo.
Mi padre estuvo ahí por mucho tiempo, mientras las aves de rapiña y los perros dieron parte de sus carnes. Muchos se mudaron del lugar, porque no aguantaban la pestilencia. Gracias al padre García, que por esos lugares siempre visitaba, se hizo responsable y
recogió los restos que pudo recoger y le dio cristiana sepultura en un gavetero de pupitre. Las personas del lugar fueron amenazadas, y nunca se atrevieron a contar lo que habían vivido. Aristides dijo que su madre sufrió mucho y eso le afectó los nervios, pero con el favor de Dios, aún se mantiene viva con 71 años de edad. |