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El paro de transporte provocó enfrentamientos con brigadas de antimotines que dejaron 11 heridos, cuatro fueron policias, y varios manifestantes detenidos. Foto AP  |
Los transportistas nicaragüenses entraron ayer en su cuarto día de protesta en Managua, donde protagonizan un paro indefinido del transporte urbano en demanda de un incremento en el valor del pasaje que ha sido rechazado por las autoridades gubernamentales y la población.
"Los plantones se van a mantener de forma indefinida hasta que logremos llegar a un acuerdo con las autoridades del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) con quienes iniciamos este sábado negociaciones para encontrar una solución a los altos costos de operación", dijo a la AFP uno de los dirigentes del sector, Ramón Cruz.
Los transportistas alegan que el valor actual del pasaje, establecido en 15 centavos de dólar, no cubre los altos costos de operación y añaden que, si las tarifas no se reajustan, muchos empresarios podrían ir a la quiebra.
Las calles de Managua lucían ayer semidesiertas debido a la falta de autobuses, que permanecen estacionados en diferentes intersecciones de la capital, las cuales son resguardadas por policías antimotines con el fin de evitar nuevos brotes de violencia.
El paro de transporte provocó el miércoles dos enfrentamientos con brigadas de antimotines que dejaron un saldo de 11 heridos, de los cuales cuatro fueron agentes policiales, y varias docenas de manifestantes detenidos.
El gobierno del presidente Arnoldo Alemán, por su parte, decidió liberar el transporte colectivo mediante un proyecto de ley que fue presentado el viernes al Parlamento para evitar que el servicio siga siendo monopolizado por las actuales cooperativas creadas en los años ochenta y noventa.
Estas cooperativas aglutinan a unas 1.200 unidades y se han caracterizado por ser uno de los sectores que ha generado mayor violencia durante las protestas realizadas en los últimos diez años. |