La última jornada del festival "Rock in Río Lisboa" terminó con el maleficio de la escasa audiencia y los conciertos de Sting, el español Alejandro Sanz y la nueva reina del soul, Alicia Keys, fueron seguidos por casi cien mil personas.
Pero fue el principal rockero portugués, Pedro Abrunhosa, quien puso el broche de oro a seis días de música y unas 70 actuaciones "Por un mundo mejor", según el lema del festival, que tendrá continuidad en 2006, anunció el empresario brasileño Roberto Medina.