El austríaco Jurgen Melzer es el único escollo que le queda al español Rafael Nadal para alcanzar la quinta final de Roland Garros, y de paso, aspirar al puesto de número uno del mundo.
En su 24 cumpleaños Nadal, y después de sobrevivir a las "bombas" de Nicolás Almagro, asegurado ya el número dos pase lo que pase, el de Manacor preparó el próximo encuentro entrenándose con el júnior ecuatoriano Roberto Quiroz, al que dedicó varios autógrafos para sus hermanos. "Es impresionante pelotear con él, ha sido una gran experiencia", dijo el zurdo de Guayaquil después.
Tras escuchar el cumpleaños feliz por parte de los aficionados que se reunieron en la pista cinco, Rafa recibió varios regalos de la ATP, recuerdos de Roland Garros, y una botella de champán Ruinart de tres litros que él y su familia guardaron para hoy.