Con el tratamiento de caracoles se trabajan todas las áreas del cuerpo mediante la presión que ayuda a drenar el organismo.
Con la ayuda de estos hijos del mar se relaja el cuerpo, y dependiendo de la zona afectada y los resultados que se quieren lograr se utilizan diferentes tamaños de caracoles.
Estas piezas son trabajadas con una textura particular, se pulen para que junto con aceites corporales de lavanda, además de ayudar a deslizar sobre la piel, tengan un efecto relajante.
El tratamiento puede durar de 45 minutos a una hora; el masaje se enfoca en el área de la espalda, el sector de los muslos, es decir, aquellas que tienen una mayor extensión de piel.
Tiene la contraindicación como cualquier otro tratamiento estético para personas con cáncer o fracturas.
Se recomienda realizar este masaje relajante por lo menos una vez a la semana.