El Rey de Inglaterra, Eduardo VIII, causó en 1937 una verdadera crisis constitucional y de la monarquía, al manifestar su decisión de casarse con Wallis Simpson, quien no sólamente era alguien fuera de los círculos de la realeza británica, sino que se trataba de una estadounidense, y encima de eso, divorciada. ¿Cuál fue la solución propuesta por el mismo Rey? Abdicar al trono y cedérselo a su hermano, Jorge VI. Eduardo y Wallis se casaron un 3 de junio de 1937.