Gente pa' tira' pa'l aire se congregó en el Estadio Nacional Rod Carew, la razón: observar los famosos autos del Monster Jam.
El incandescente sol no fue excusa para que miles de personas llegaran desde temprano con almohadas, paraguas y lentes de sol a la espera del arranque del segundo año consecutivo el Monster Jam +Móvil.
Desde el principio, el rugir de los motores de los vehículos que se encontraban estacionados en la parte trasera del estadio hizo vibrar de emoción y adrenalina a los miles de fanáticos que disfrutaron la competencia de Monster Truck.
Durante dos rondas, Grave Digger, Maximum Destruction, Madusa, Toro Loco, Spider Man, Monster Mutt, Donkey Kong y Backward Bob deleitaron a grandes y chicos con los más impresionantes trucos sobre estas inmensas máquinas, las cuales volaron los aires, poniéndoles el corazón en la garganta a más de un aficionado.
El accidente temprano del Maximun destruction, que al inicio de la competencia tuvo que ser sacado por una retroexcavadora del circuito, al volcarse durante la carreta de Monster Wheel, no fue obstáculo para seguir apreciando a los demás en terreno.
En la primera ronda, los pilotos tuvieron la difícil tarea de emocionar al público y a los jurados, pero fue en la segunda ronda con la competencia de carrera de Monster Jam, el auto conducido por Ryan Anderson, se incendió sin que el piloto se diera cuenta. El hecho no pasó a mayores, y el joven obtuvo la mejor puntuación las dos primeras vueltas. Pero lo más esperado estaba por llegar con la sección de freestyle (estilo libre), donde desbordaron de emoción los miles de fanáticos. Cada piloto contaba con 90 segundos para hacer su mejor destrucción.
Al final de la jornada, el Maximum destrucción no aguantó y ni siquiera quiso arrancar; mientras que al Grave Digger se le salió una llanta, por lo que ganó el Monster Mutt, conducido por Ryan, quien celebró rociando al público con champán.