Imagínese agasajar a alguno de sus amigos con un café decorado. Sin duda será motivo de admiración y respeto, y quizá -con un poco de higiene personal de por medio- hasta pueda ganarse los favores de alguna señorita.
Claro que si su intención es conquistar algún ejemplar del sexo opuesto su opción es indiscutible: el corazón. Si Ud. quiere evocar el romanticismo y la nostalgia entonces se inclinará por la puesta de sol. Crean su propia imaginación con el café