La muerte de Cándida Rivera, de 45 años, misionera de nacionalidad portorriqueña la tarde del pasado lunes, mantiene a los habitantes de Chepo molestos.
La misionera falleció ipso facto, luego de ser embestida por un bus que segundos antes colisionó contra el taxi del cual ella acaba de bajarse.
El atropello se dio en la calle principal de la comunidad Santa Isabel, ubicado en el pueblo de Chepo.
Todo parece indicar que la religiosa estaba parada en la orilla de la calle, cuando resultó atropellada por el bus de la ruta Chepo-Panamá, con número de cupo 8B-374584.
De acuerdo con un testigo, el bus conducido por el pavo José Ibárgüen, de 19 años, primero colisionó contra el taxi rojo con cupo 8RI-0282 conducido por Jeremías Gil Ramos.
Según el propietario del taxi, Ibárgüen -quien está bajo órdenes de la fiscalía por homicidio culposo- tomó el bus sin el consentimiento del propietario y del conductor.
Tanto el testigo, Jeremías Gil, como José Ibárgüen, serán llamados a juicio por la muerte de la misionera.