Este columnista, que estuvo ausente de las páginas de este diario desde hace varios meses, lo ha estado por razón que tuve una visión respecto de un proyecto en el campo de las comunicaciones, el cual, sin embargo, y en términos prácticos, no fructificó a causa de la falta de recursos económicos. El mencionado proyecto -como este escrito- llevaría por título, EL ESCORPIÓN, por lo que, habiendo regresado bajo el amparo de la redacción de este diario (como muchos otros también se fueron y han vuelto), es que a partir del próximo escrito, ya no aparecerá mi nombre sino mi pseudónimo, -EL ESCORPIÓN- bajo cuya pluma haré llegar a ustedes, mis queridos lectores, una nueva y renovada serie de reflexiones, comentarios, opiniones y puntos de vista, respecto de lo más relevante del quehacer nacional e internacional.
Esta es pues, a manera de introducción, muy sucinta, lo que será la reaparición de Raymundo A. Morre W. (bajo la pluma de EL ESCORPIÓN), y que, dicho sea de paso, para este 2006, hemos calificado dicho año como 'Año de las Decisiones'.
Una vez más les doy gracias por su interés de volver a acogerme en sus hogares, sus oficinas, sus puestos de trabajo, y en todos esos lugares donde acostumbraban entregarse a la lectura de mis modestos escritos.
¡Au Revoir!