El presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, declaró ayer el estado de emergencia nacional y asumió poderes especiales para tratar de sacar al país del caos y restablecer la normalidad.
Según la cadena australiana "ABC", Gusmao asume el control de los cuerpos de seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas , dos cuerpos que han protagonizado cruentos enfrentamientos en los días pasados.
Timor Oriental solicitó a Australia, Malasia, Nueva Zelanda y Portugal que enviaran tropas al país.
El despido de 591 militares en marzo que protagonizaban una protesta laboral está considerado el detonante de la actual situación.