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Los incidentes tras la protesta de universitarios dejaron un autobús incendiado y otros dos dañados. Foto AP  |
El ministro de Transporte, Edgard Bohórquez, y el alcalde de Managua, Herty Lewites, anunciaron que negociarán soluciones al alza en la tarifa del transporte y analizarán los disturbios tras una protesta de universitarios ayer que dejaron un autobús incendiado y otros dos dañados.
Lewites aceptó reunirse ayer con el ministro Bohórquez, "al margen de la interpretación de la ley por parte de cada sector, en busca de una solución al problema de la tarifa, y para evitar que la protesta universitaria se mantenga y exista el peligro de actos violentos".
El Subprocurador de Derechos Humanos, Julián Corrales, se ofreció a participar en la reunión para apoyar un eventual entendimiento, y a la espera que el Parlamento realiza una "interpretación auténtica" de la Ley y defina qué entidad debe fijar las tarifas.
Los líderes universitarios suspendieron por hoy la protesta, por ser el "Día de la Madre en Nicaragua", y a la vez para reunirse con Quinto y otros líderes del transporte, pero advirtieron que "mañana jueves volvemos a las calles si continúa el alza".
Los universitarios realizaron su protesta ayer con manifestaciones cerca de la Universidad Centroamericana (UCA privada y católica), Nacional de Ingeniería (UNI), Politécnica de Nicaragua, (UPOLI, privada y evangélica) y Nacional Agraria (UNA).
Según oficiales de la Policía, grupos "antisociales" se infiltraron en la protesta estudiantil disfrazados como miembros del Movimiento Comunal, quienes habrían quemado un autobús cerca de la UCA y dañado a otros dos en la UPOLI y UNI.
El ataque con piedras a los autobuses, por parte de los presuntos estudiantes, recibió el rechazo de la población, ya que en los tres vehículos afectados viajaban mujeres e incluso niños indefensos.
La prensa local publicó ayer fotografías del ex concejal del Partido Liberal Constitucionalista (PLC en el poder), Noel Vallejos, dentro de los autobuses con pancartas que instan a la población a no pagar el alza "arbitraria".
Tras los disturbios, líderes de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte Colectivo (URECOTRACO) retiraron anoche a sus 1.100 unidades de las calles para evitar más daños en sus autobuses, y dejaron sin servicio a miles, lo que es penado por la ley.
A pesar de todo, los autobuses volvieron a prestar servicios, a la espera de una posible solución a la crisis.
El presidente de la URECOTRACO, Rafael Quinto, afirmó a la prensa local que la protesta estudiantil era "justa", pero solicitó a sus líderes un diálogo, "para protestar unidos contra el Gobierno que es el responsable de la situación".
La protesta se originó por la decisión unilateral de la URECOTRACO de aumentar la tarifa de 2 a 3 córdobas, moneda nacional, (0,15 a 0,22 dólares) debido a que el Gobierno central suprimió en marzo pasado, el subsidio de 0,38 dólares por galón (3,7 litros) de combustible.
El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, rechazó negociar esta semana con Quinto, porque la ley ordena que fijar las tarifas es competencia de la Alcaldía de Managua, mientras Lewites alega que el mandatario "siempre" las ha establecido con los transportistas. |