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Irak tiene pensado interrumpir sus ventas de crudo y romper con la ONU, si el Consejo de Seguridad aprueba una resolución sobre una revisión de las sanciones impulsada por Estados Unidos, indicaron ayer miércoles diplomáticos.
"Nos dirigimos hacia una nueva crisis si se vota esta resolución, y así será, excepto (si hay) un veto ruso", declaró a la AFP un diplomático occidental destacado en Bagdad.
Estados Unidos y Gran Bretaña pretenden que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe antes del 3 de junio un proyecto de resolución sobre una revisión del embargo, impuesto desde 1990 a Irak.El 3 de junio expira la actual fase del programa humanitario "petróleo por alimentos", acordado entre Naciones Unidas e Irak, y vigente desde diciembre de 1996.
Ese proyecto contempla sanciones denominadas "inteligentes", cuyo objetivo es aliviar los efectos del embargo en la población iraquí y mantener un estricto control en todos los bienes de carácter militar.
Ese diplomático occidental añadió que Irak considera ese proyecto como una "ruptura unilateral" del programa humanitario que autoriza a Bagdad a vender crudo, bajo control internacional, para comprar víveres y medicamentos.
"Entonces, los iraquíes se declararán con derecho a cortar los vínculos con la ONU e interrumpirán las exportaciones petroleras y los contratos concluidos en virtud de ese programa", explicó la misma fuente.
"Las amenazas iraquíes son serias.Los iraquíes cesarán las exportaciones de crudo, pero intentarán seguir (haciéndolo) de contrabando", opinó.
El ministro iraquí de Petróleo, Amer al Rachid, reclamó oficialmente este miércoles que el programa humanitario sea prorrogado.
"Si es prorrogado sin la introducción de alguna medida o párrafos (que) perjudiquen a Irak, Bagdad reaccionará positivamente.De lo contrario, Irak interrumpirá sus exportaciones de crudo", advirtió. |
