Amnistía Internacional (AI) aseguró ayer miércoles en su informe sobre Cuba que continúa la represión contra los opositores, pero admitió que el embargo de Estados Unidos a la isla sirve al régimen para justificar la falta de libertades, además de que agrava las penurias del pueblo cubano.
Durante el año 2000 "los periodistas, los opositores políticos y los defensores de los derechos humanos sufrieron un fuerte acoso" por parte de las autoridades que emplearon "las detenciones breves, el arresto domiciliario, las amenazas..." para acallar y desalentar a la disidencia, señaló el informe de AI divulgado este miércoles en Londres.
En Cuba existe un centenar de pequeñas y fragmentadas organizaciones disidentes, la mayoría de las cuales busca un cambio pacífico.Todas son ilegales pero toleradas y el gobierno las acusa de ser "grupúsculos contrarrevolucionarios" y de estar "pagados por Estados Unidos".
Amnistía Internacional aseguró que en la isla "varios centenares de personas, de las que al menos 13 eran presos de conciencia, permanecían encarceladas por delitos políticos".
Llamó también su atención sobre las condenas de muerte dictadas el pasado año, en el que aseguró al menos ocho personas fueron sentenciadas a la pena capital.
"Al terminar el año 2000 había al menos 20 presos condenados a muerte", indicó el informe y reconoció que le "resulta muy difícil mantener bajo observación la aplicación de la pena de muerte en Cuba, ya que las condenas y las ejecuciones rara vez se hacen públicas".
AI abordó en su informe el polémico embargo que Estados Unidos aplica a la isla desde hace casi cuatro décadas.Esa medida, aseguró AI, ha servido al gobierno cubano para justificar su decisión de privar a la disidencia de las libertades fundamentales de expresión, asociación y reunión. |