De manera rápida y contundente, el cerrador panameño Mariano Rivera desechó cualquiera hipótesis una posibilidad de debilidad o de lesión al salvar el miércoles dos partidos de los Yanquis de Nueva York ante los Mellizos de Minnesota.
Aunque los "Mulos" no tienen acostumbrado utilizar a Mariano de esta manera y menos por los que significa este esfuerzo para un pelotero de 40 años, el chorrerano salió al diamante sin dudar.
"No hay tiempo para descansar", dijo Rivera en una entrevista a la página de los Yanquis de Nueva York. "Yo sólo voy a aprovechar las oportunidades y ayudar al equipo tanto como pueda".
Rivera, con estos dos rescates, suma 10 salvamentos en esta temporada, con una efectividad de 1.76 y 11 ponches en 15.1 entradas.
"No hice muchos lanzamientos en el primer partido", dijo Rivera. "Yo estaba listo para el segundo juego y realice mi trabajo".
Esta fue otra ocasión en que Mariano y Pettitte se combinan para lograr una victoria, unas de las dupletas más efectivas en las mayores.
Sin duda, fueron unas de las intervenciones más limpias en las últimas salidas del orgullo de Puerto Caimito. Él único que le conectó de imparable fue J.J. Hardy, torpedero de los Mellizos.
"Le pegó bien", dijo Rivera, de Hardy. "Es muy bueno para lanzar en un campo así".