Los diputados, principalmente los que integran la Comisión de Gobierno de la Asamblea, quedaron espantados cuando descubrieron en la exposición de motivos del proyecto sobre consultas populares, se usaba como ejemplo la posibilidad de preguntar hasta por la disolución del Parlamento.
La polémica giró en torno a una redacción confusa del proyecto que no especificaría al carácter no vinculante o de obligatorio cumplimiento que tendrían las respuestas de la consulta popular.
También se destaca que habría que determinar cómo hicieron otros países que aplican este mecanismo de consulta y lograr la opinión de los panameños sobre candidaturas independientes y proyectos de infraestructuras.
El diputado presidente de la Comisión de Gobierno, Jorge Alberto Rosas, reconoció que existen puntos "controversiales" en lo referente a si el proyecto permitiría modificar la Constitución, utilizando como argumento el resultado de la consulta popular del Ejecutivo.
Para el diputado, José Isabel Blandón es importante que existan las consultas populares, siempre y cuando se realicen sobre temas que sean de competencia del Ejecutivo y no impliquen una reforma constitucional.
En tanto, el ministro de Gobierno, José Raúl Mulino, manifestó que en el proyecto de ley no hay nada planteado que permita al Ejecutivo cometer exabruptos.
Por su parte, el magistrado del Tribunal Electoral, Eduardo Valdés, reconoció que orientaron al Ejecutivo en la redacción del proyecto de ley en análisis.