El plátano es nuestro oro verde, y aunque tenemos que cultivarlo y así sostenernos, a diferencia del precioso metal, tenemos décadas de vivir de este producto y hoy, cientos de familias dependen de este nutritivo musáceo”, señaló el indígena y técnico, Dicio Membrache.
Son décadas y décadas en que los indígenas tenemos como producto principal en nuestra dieta y para comerciar el “oro verde”, nuestros plátanos rosados y sabrosos que salen de nuestras parcelas, en su mayoría ubicadas a orillas de los ríos Chucunaque, Tuira, Tupisa, Sambú, Balsas y otros, acotó.
MILAGRO PARA INDIGENAS
Agregó, nuestros plátanos son como un milagro para los indígenas darienitas y muchas otras familias que dependemos de la cosecha semanal que obtenemos de las parcelas, renovadas cada año para sostener equilibrado el rendimiento y así mantener a los clientes permanentes que llegan a Yaviza o al Puerto de La Peñita a recoger la producción.
Aparte, nuestro “oro verde”, como le han nombrado los clientes del mercado nacional y de las tiendas de la capital, es preferido por los panameños por su sabor y color rosado, a diferencia de los producidos en otras provincias que son blancos y simples.
Por su parte, José Rodríguez, comprador de plátanos en Yaviza y La Peñita por más de siete años, nos describe que “los indígenas y los compradores nos ayudamos mutuamente en este negocio, ellos nos venden plátanos y los más de 60 camioneros también nos beneficiamos con sus buenos productos”.
PRODUCCION
Agrega, la producción de plátano en Darién la sustentan en un 80 por ciento los indígenas que abastecen hasta dos veces por semana a más de 60 camioneros y a más de 30 pick chicos que viajan hasta tres veces en la semana a recoger la producción.
Señaló que en la actualidad el precio está a B/.4.00 el ciento en Yaviza, pero subirá en los próximos meses hasta B/.7.00 y cuando hay abundancia puede bajar a B/.2.50, en los meses de octubre y noviembre.
MONOPOLIO
Sobre el monopolio existente en la compra de este producto exclusivamente por los camioneros que tienen de 10 a 20 años de mercadear plátanos y ñame en Yaviza, señaló que “no se da tal monopolio; lo que existe es un compromiso amigable de ayuda entre productores y compradores; ellos nos ayudan vendiéndonos lo que producen y nosotros compramos lo que ellos producen.
Señaló que los indígenas son muy responsables con sus compromisos al entregar la producción y de igual forma los compradores tenemos que cumplir en recoger la producción que baja de muy lejos y de no hacerlo sería una irresponsabilidad con el compromiso. En pocas palabras, este acuerdo lo podríamos considerar como un ejemplo de compra-venta en los mercados internacionales.
MEJORAMIENTO DE PARCELA Y BAJON DE LA PRODUCCION
Considero, agregó el comprador, que debe periódicamente orientarse a los productores a mejorar sus plantaciones y aunque hay organizaciones que los orientan, esto debe ser permanente y a su vez hacer rotación de parcela para que se renueven y así crezca en volumen y tamaño el producto.
En el tema del bajón de la producción se debe especialmente en la retirada de los desplazados que tenían muy buenas parcelas; sabían cultivar y sacaban semanalmente miles de plátanos de la región del Tuira.