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los náufragos se encontraba José Antonio Mock, propietario de la Panadería Chico, quien explicó que perdió la orientación de la nave, a pesar de que no es la primera vez que junto a su esposa Esmeralda Herrera y parte de su familia.  |
Siete personas que habían salido a pescar en el lago Gatún, cerca del residencial Fuerte Espinar, quedaron varadas desde el domingo hasta la madrugada de ayer, luego que el pequeño bote en el que viajaban fue golpeado por un tronco que produjo una grieta en el calado.
Entre los náufragos se encontraba José Antonio Mock, propietario de la Panadería Chico, quien explicó que perdió la orientación de la nave, a pesar de que no es la primera vez que junto a su esposa Esmeralda Herrera y parte de su familia disfrutaban de la pesca durante los fines de semana.
Afortunadamente para los náufragos, entre quienes también se encontraba el menor de 6 años, José Antonio Mock hijo, Omar Rivera de 14, Héctor Castillo de 16, Evelyn Hernández de 26 y Joana Lambecho de 20, contaban con un teléfono celular que les permitió comunicarse con las autoridades para pedir auxilio.
Al conocerse del hecho, la Policía Nacional, Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), organizaron un operativo de rescate que se prolongó por diez horas y, a pesar de que no se contaba con el equipo indicado para hacer frente a estas situaciones, lograron rescatar a las personas sanas y salvas, aunque un poco nerviosas.
Rafael Fontalvo, director del SINAPROC en la provincia, señaló que existía el peligro de que la avería del bote provocara su hundimiento, además de que el menor de edad podía sufrir los embates del frío. |