Nos agrada, muy sinceramente, que como consecuencia de alguna de nuestras columnas semanales nos llamen, o nos escriban por correo electrónico con el fin de hacernos alguna consulta. La satisfacción de poder absolver alguna pregunta nos brinda la oportunidad de abordar otros temas relacionados.
Así, por ejemplo, nos han preguntado acerca de la diferencia entre cooperación y cooperativismo. Me parece que ya lo hemos dicho antes, pero aquí va la respuesta.
La cooperación, consideramos, nace con el ser humano; es más, basado en una tesis muy particular, creemos que Dios solicitó la cooperación del hombre que había creado, pidiéndole una costilla para hacerle una compañera.
Pero bueno, cuando solicitamos una ayuda y nos la conceden, están cooperando con nosotros. Cuando somos nosotros quien la brindamos, también estamos cooperando. Eso es cooperación.
El cooperativismo, ya con reglas bien definidas, se conoce desde 1799 cuando un inglés llamado Roberto Owen, conmovido por las consecuencias sociales que produjo la primera revolución industrial , buscó la forma de organizar mejor la sociedad.
Owen, nacido en Newton, Gales, en 1771, fue un autodidacta y próspero empresario de la industria del algodón.
Su gestión de mejoras sustanciales hacia sus trabajadores, elevando los salarios y sentando las bases de una seguridad mutualista, proporcionó a los obreros condiciones dignas de vivienda, sanidad y educación. Es considerado por ello el precursor del cooperativismo contemporáneo.
La fama de Roberto Owen se extendió por toda la Gran Bretaña. Su notoriedad la aprovechó para escribir libros y dictar conferencias en donde desarrollaba sus ideas de un socialismo gradualista y cooperativo.
Indudablemente tuvo muchos opositores, sobre todo , entre hasta entonces sus amigos y colegas empresarios.
Los continuos fracasos por querer imponer reformas sociales lo hizo perder su fortuna.
En 1833 se puso a la cabeza de la primera central sindical británica que llegó a tener un millón de afiliados.
Fue dejando atrás sus ideales, pero antes de su muerte, en 1858, editó un periódico de propaganda socialista y finalmente escribió algunos textos de tendencia más espiritualista.
Posteriormente otros personajes, fundamentados en sus ideas fueron sentando las bases del cooperativismo y es en 1844, cuando en la propia Inglaterra, los conocidos tejedores desempleados de Rochdale, fundan la cooperativa que hoy es ejemplo en todo el mundo y a los cuales se les conoce como los Pioneros de Rochdale.