Juan Soto, padre de Inocencia se encuentra triste y desesperado, su hija, la mayor de 14 hermanos, estuvo hospitalizada en el Instituto Oncológico Nacional de donde fue enviada a casa hace meses porque nada se puede hacer para salvarla.
"Allá ellos nos dijeron que no podían hacer nada", expresó Don Juan, al referirse a lo indicado por los galenos del centro donde atienden a pacientes con cáncer.
TUMOR
Según su padre, desde los catorce años su hija empieza a desarrollar el tumor que ha empezado a crecer desde hace unos años y a esto se suma que luego del tratamiento recibido en el oncológico, se desarrolla el segundo tumor, pero en el ojo derecho.
Una pierna que está inhabilitada por un tumor que pesa hasta 50 libras y otro en el ojo que ha provocado la expulsión del órgano ocular, es la descripción del cuadro doloroso de esta joven que con una niña de un año se resiste a morir.
La masa que le impide caminar, supera en libras el peso de su cuerpo. Un cuerpo que empieza a debilitarse, que pierde fuerzas y que envuelve a su familia en un dolor que no puede aliviar al no contar con recursos que faciliten un tratamiento que es costoso.
Pero la esperanza de esta humilde familia se mantiene viva, porque están seguros que su hija puede recibir un tratamiento y curarse, pero ante la falta de recursos económicos, no pueden llevarla a algún hospital especializado en el exterior, donde pudiera ser atendida.
TRATAMIENTO
El único tratamiento médico que recibe Inocencia proviene del Servicio de Atención Domiciliaria Integral de la Caja de Seguro Social, que a través de la policlínica de Sabanitas facilita la limpieza de las heridas y un alivio temporal a esta joven mujer.
"Yo tengo fe que mi hija se salvará y sólo pedimos que nos ayuden", manifestó.
En la barriada Lo Nuestro, en Sabanitas, está su humilde casa, donde viejas hojas de zinc son las paredes y el piso es de tierra. El cuerpo de Inocencia descansa sobre una cama que ha sido llevada por el programa SADI, a fin de mantenerla en un sitio cómodo en medio de las condiciones desfavorables que vive la familia Soto.
"Yo quiero que si la señora Presidenta llega a conocer del problema con mi hija, que nos ayude", expresó el señor Juan Soto, mientras sus pequeñas hijas le rodeaban en medio de la entrevista concedida a Crítica.
Quienes atienden a Inocencia Soto, enviaron hace unos días una petición al Hospital Oncológico Nacional, para conocer realmente qué tiene y poder, en la medida de lo posible, agilizar un tratamiento adecuado y otorgarle una atención digna.
El doctor Isaac Atkinson, médico general y encargado del programa SADI de la Caja de Seguro Social en Sabanitas, explicó que la paciente presenta una masa a nivel del muslo izquierdo y una próptosis en el globo ocular derecho lo que se convierte en una situación bastante degradante.
INCERTIDUMBRE
Atkinson dijo que no quieren adelantar un diagnóstico del estado exacto de la paciente, sin embargo, podría tratarse de un cáncer en el músculo con una metazca hacia el globo ocular, pero para una determinación real se espera un contacto con los especialistas del ION.
El galeno detalló que por lo menos tres veces a la semana se trasladan a casa de Inocencia para brindarle una limpieza así como tratamiento con antibióticos por las úlceras de cúbito que a desarrollado por estar postrada en cama.
"La masa que tiene a nivel del ojo derecho ha hecho una proptosis que ha expulsado el ojo del globo ocular", explica Atkinson, quien está a la espera de conocer el resultado de la investigación y determinar el grado exacto de esta enfermedad para un mejor tratamiento.
La ayuda que pueda recibir esta joven madre, que a pesar de su enfermedad se resiste a no abandonar este mundo por su hija de un año son muchas. Está en manos de profesionales de la salud panameña y de aquellos corazones de buena fe que Inocencia pueda pasar este momento y continuar con su vida, así como hace usted, amigo lector. |