La secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, realizó el domingo una sorpresiva visita a Irak, en momentos en que las autoridades iraquíes informaron que habían hallado los cadáveres de 34 personas.
Rice llegó a Irak bajo fuertes medidas de seguridad para reunirse con los dirigentes iraquíes, que luchan contra una ola de atentados llevados a cabo por insurgentes que ha dejado más de 400 muertos desde que se formó el nuevo gobierno el 28 de abril.
Rice viajó primero a la ciudad de Arbil, situada a unos 350 kilómetros al norte de Bagdad, y dijo que quería discutir las vías para lograr que el proceso político en Irak ayude a mitigar el impacto de la insurgencia.
"La insurgencia es muy violenta, pero no sólo se derrota a la insurgencia militarmente. . . se le derrota mediante alternativas políticas. . . ", dijo a los periodistas que viajaban en el avión con la secretaria de Estado.
"Los iraquíes tienen ahora la intención de intensificar sus esfuerzos para demostrar que el proceso político es la respuesta adecuada para el pueblo iraquí", agregó.
"CONDY" EN IRAK
Rice viajó más tarde a Bagdad, donde tenía previsto reunirse con el primer ministro iraquí, Ibrahim Jaafari, el presidente, Jalal Talabani, y con los ministros de Defensa e Interior.