Siete pantallas en su oficina con toda variedad de canales, y por supuesto novelas.
Así es la vida de Alvaro, quien asegura que su hijo Tadeo, seguirá sus pasos y será aún más "crítico" que el mismo.
"Esa es mi gran pasión, no se que haría sin ver ", sostuvo Cueva.
La cosa es que él mismo se considera un "enfermo televisivo"; pero una enfermedad que acepta con alegría .