El consumo moderado de vino tinto se asocia con mejor calidad de vida y disminución de los problemas cardíacos, aunque el papel central lo jugarán sus componentes no alcohólicos
Aproximadamente cinco años atrás, cuando se conoció la noticia de que los componentes alcohólicos de ciertos vinos podían ser útiles para prevenir ciertos problemas cardíacos, seguramente muchos brindaron con sus copas llenas por el nuevo descubrimiento.
Hoy, estos consumidores pueden seguir festejando, pero deben saber que no es tanto el alcohol del vino lo que hace que esta bebida sea útil para la salud, sino otros componentes como el resveratrol, compuesto natural que está presente en las cáscara de la uva, que aumentan la producción de óxido nítrico en las células y protege de sufrir problemas en su corazón.
Este componente es capaz de duplicar los beneficios de larga vida asociados con dietas bajas en calorías. Está presente en determinados vinos tintos para combatir el envejecimiento.
VINO TINTO - INFARTO
Para entender las razones de este fenómeno, el médico Arturo Nava nos explicó que es necesario primero comprender cómo se produce un infarto.
Los infartos del corazón se presentan cuando se muere parte del músculo cardíaco por falta de irrigación sanguínea, lo cual sucede cuando se acumula grasa en la pared interior de una arteria coronaria.
Así, en una obstrucción arterial, se muere el 30 por ciento de las células de las zonas afectadas. La acumulación de grasas suele deberse a la obesidad, el tabaquismo, el colesterol y el sedentarismo.
Los componentes no alcohólicos que forman el 99.5% del total de las sustancias que tiene el vino como el resveratrol presente en estos vinos tintos, aumentaban las cantidades de óxido nítrico, un elemento que mantiene abiertos los canales de potasio en las mitocondrias de las células cardíacas, y las protege de las consecuencias de la falta de oxígeno.
TENGALO PRESENTE
Este mecanismo hace que mueran menos células, y podría disminuir hasta en un 50% la mortalidad celular luego de un infarto.
Según Nava, el beber vino en forma continua y moderada aumenta el colesterol bueno y el flujo coronario, evitando la formación de placas en las arterias. Estos efectos se atribuyeron a la acción de los polifenoles presentes en el vino, que evitaría que se endurezcan las arterias, y tendrían efectos antioxidantes y de aumento del colesterol "Bueno".
La sustancia resveratrol es la que posibilita llevar adelante modificaciones en el organismo para que este produzca una mayor cantidad de óxido nítrico, muy necesario para limpiar las arterias del corazón y para abrir los canales de potasio de las mitocondrias, las cuales proveen de energía a las células y pueden ayudar a evitar su muerte, promoviendo además que el impacto del infarto sea menor.
Sin embargo, no se recomienda comenzar a beber ha aquellas personas que no lo hacen.
La razón es muy simple: la dosis protectora 300 ml, alrededor de dos copas por día, no está lejos de la que enferma, y la evidencia sobre los efectos perjudiciales del alcohol es muchísimo mayor que la disponible sobre los efectos benéficos del vino tinto.
Ahora, si bebe habitualmente, prefiera el vino tinto, y no más de dos vasos por día. Si no bebe, no comience hasta que su médico le recomiende lo contrario.
Tenga presente estas indicaciones, y notará mejoría que su salud va en progreso.