El alero Tim Duncan necesitó tres partidos para superar la crisis de juego y en el cuarto de las semifinales de la Conferencia Oeste volvió a ser el líder perfecto para los Spurs, que ganaron por paliza de 100-80 a los Hornets.
Esta vez no hubo exhibición del base Chris Paul y los Hornets fueron un equipo del montón, que siempre estuvo a merced de la superioridad de los campeones de liga, que además hicieron valer su mayor experiencia.
La victoria permitió a los Spurs empatar a 2-2 la eliminatoria que disputan al mejor de siete y el quinto partido se jugará hoy en el New Orleans Arena.