Los que van a elegir candidatos a puestos de elección en las primarias, deben fijarse que aspirantes reciben donaciones. En estos tiempos recurrir a ciertos benefactores es muy peligroso: El dinero puede resultar "non sancto".
A los precandidatos debemos escudriñarlos con la desconfianza de un chino, para hacer valer la terrícola preocupación de la dignidad en nuestro prestigioso país. No puede ser que los comentarios que hacen eco entre Puerto Pedregal y Puerto Obaldía, queden en comidillas mal intencionadas, cuando denuncian que ciertos gamonales, son íntimos de las FARC, o con nexos fuertes con los títeres del psicópata Venezolano con ambiciones hegemónicas en la región.
Panamá es un país enfermo ( Dijo el primer presidente derrocado en Panamá, Ing. Florencio Arosemena 2/1/1931). Y, es que la corrupción es la enfermedad más vieja que padecemos y con ella hemos sobrevivido, pero si a este catarro crónico le agregamos las pestes que traen sobre sus lomos los ratones de campo y de ciudad por los lazos de amistad, ya sea con las FARC, el Narcotráfico y otras amenazas totalitaristas contra la libertad, seguro que arruinaríamos ese gozo de vivir en el desorden mejor organizado del mundo y con el retruécano babilónico en que lo convertimos todo.
Ya le dije al actual alcalde capitalino y quien cuenta con una impecable hoja de vida, talante moderado y capacidad política, que esos pseudo terroristas podrían llenar al país de anuncios suscitando temores de dictaduras, como en la tierra Nica, en donde no hay para comer y gastan en enormes vallas prometiendo "poder ciudadano" contra la pobreza. O como en Colombia, que el finado Patrón Pablo Escobar llegó a ser diputado. O como en Venezuela en donde ya han cerrado televisoras y pronto uno tendrá que decirles a los comités de barrios para donde carajo! Vas.
