La votación en el referéndum convocado por la Junta Militar birmana para refrendar su proyecto constitucional finalizó ayer en una jornada que transcurrió sin incidentes.
La consulta fue la primera llamada a las urnas para el pueblo birmano desde las legislativas de 1990 y sólo se ha celebrado en las zonas del país que quedaron a salvo de los efectos del ciclón Nargis.
El régimen aplazó hasta el próximo 24 de mayo la celebración del plebiscito en Rangún, la antigua capital, y el delta del río Irrawaddy, las regiones más afectadas por el ciclón que hasta ahora ha causado más de 23,000 muertos, unos 37, 000 desaparecidos y millón y medio de personas sin hogar, según los datos oficiales.
El referéndum es el primer paso de la llamada "hoja de ruta" hacia la democracia de la Junta Militar, que concluirá, según su plan, con elecciones libres en 2010.
Sin embargo, la oposición afirma que no es más que una operación de maquillaje para perpetuarse en el poder, pues el texto reserva a los militares un cuarto de los escaños del Parlamento y la llave de los ministerios.