El presidente de Bolivia, Evo Morales, asume un "enorme riesgo" al aceptar el reto de un referéndum revocatorio, una fórmula que además representa un "terremoto político" para el país, coinciden analistas consultados por EFE.
La situación política en Bolivia ha dado un giro inesperado con la decisión del Senado, controlado por la oposición, de aprobar una consulta para que los bolivianos decidan la continuidad o la revocación tanto de Morales y su vicepresidente, lvaro García Linera, como de los nueve prefectos (gobernadores) del país.
Evo Morales aceptó "contento" y con "satisfacción" un reto que llega prácticamente en el ecuador de su mandato y con un "récord" de permanencia en el sillón presidencial de Bolivia si se compara con cada uno de sus cuatro antecesores.
Su partido, Movimiento al Socialismo (MAS), que finalmente votó a favor del revocatorio, tampoco teme la consulta.