EDITORIAL
De Monagrillo a la Fama
Panamá vuelve a vivir el fenómeno deportivo que en los años de "Mano de Piedra" Durán paralizaba el país. En proporciones guardadas, el ascenso a las Grandes Ligas del monagrillero Roger Deago, ha generado gran expectativa entre los fanáticos del béisbol y del panameño común que se alegra ante el avance de un compatriota.
Deaga es un zurdo con corazón de león y corajudo hasta los huesos. El joven herrerano fue firmado por los Padres de San Diego en septiembre del 2002, tras una gran joya de pitcheo que dio en en México, en la Serie de Las Américas, venciendo a Estados Unidos 5 carreras por 0. Ese mismo año viajó a Cuba a la Copa Intercontinental y trabajó para victorias sobre Japón y China Taipei, a quienes derrotó con magistrales actuaciones.
Los Padres de San Diego le dieron la oportunidad. Sólo le ofrecieron 4 mil dólares por sus servicios y el gran chance de llegar a Grandes Ligas. Hoy el sueño de todo pelotero se le hace realidad a Roger, tras permanecer apenas 33 días en las Ligas Menores.
Su ascenso ha llegado de alegría a los panameños, porque Deago es un producto cien por ciento panameño. Surgió de las ligas de su pueblo, jugó en los campeonatos nacionales juvenil y mayor representando a Herrera, Chiriquí y Coclé; nunca le puso peros a la Patria al momento de conformar una selección.
A pesar de no contar con la corpulencia característica de los jugadores de la gran carpa, el zurdo herrerano es un hombre con mucho coraje y disciplinado cuando de béisbol de trata. Su paso por un camino de espinas acaba de manera satisfactoria. El trabajo de un humilde panameño se ve reflejado por las ganas, el deseo y el empeño de un gran atleta.
Crítica felicita a este hijo de la Patria, un joven de 25 años, decidido y trabajador, ejemplo de la juventud y el nuevo miembro de esa lista selecta de panameños en Grandes Ligas. Para el partido de hoy contra los Mets... Suerte a Roger. ¡Panamá esta contigo!
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