Al pobre hombre le cortaron la cabeza, luego lo partieron por la cadera. El asesino colocó el cráneo, tronco y extremidades en una maleta; en la otra, empacó la cadera y los muslos.
Los restos estaban parcialmente calcinados. El forense Alfredo Rodríguez Lay, estimó que el sujeto -cuya identidad se desconoce- había sido asesinado dos días antes. |