¡Hay que ver las mujeres de hoy! Se visten con esas cortas faldas que no dejan casi nada a la imaginación del hombre. Se ciñen al cuerpo unas blusitas diminutas que le hacen excesivamente evidentes el torso y los senos, y todo lo demás.
Con esas ropas salen a la calle, y se exhiben sin sonrojo frente al que quiera mirarlas, ostentando sus curvas, sus grandes músculos y sus recónditos lugares sin ninguna pena.
Esas mujeres también coquetean a diestro y siniestro, se le pegan a los hombres, sin mesura, sin recato, les muestran el escote, tal vez buscando impresionar, manipular, dominar...
Estos de arriba son argumentos que muchos hombres y mujeres de mayor edad sostienen contra las muchachas de hoy día. Algo de estos planteamientos tienen sentido y son reales. Otros son excesivos señalamientos que carecen de fundamento, porque en toda época ha habido muestra atrevidas de vestirse. Todo depende del momento cultural que vive la sociedad.
Hay que ser más tolerante y advertir cuál es la intención de la muchachada que sale a la calle vestida de esa manera que los mayores llaman "escandalosa". Si se toma en cuenta esto, aceptaremos como bueno el momento que se vive, y no nos dejaremos avasallar por las apariencias.
También hay que orientar esas muchachas, porque muchas veces se hacen daño vistiéndose muy abiertamente, pues los hombres con mucha facilidad llegan a creer que quien se viste con pocas ropas, aceptaría con agrado un toquecito, o una palabra atrevida en el oído. |