Hoy, queridos lectores, me voy a ocupar de velar por sus derechos, ya que ustedes han cumplido con sus deberes de afición, y con tantas protestas y pugnas entre dirigentes y jugadores, al parecer a alguien se le olvidó que en todo esto hay una tercera parte interesada, que en adelante llamaré EL JUGADOR 12.
Entre los deberes más importantes que debe cumplir EL JUGADOR 12 figuran, vestirse de rojo en los partidos; mejor aún, si lleva la camiseta original para verse igual a su selección. Nótese que comprar el uniforme, con el vaso y la pulsera, representa más que un sacrificio (por la situación económica del país), es un valioso esfuerzo y una inversión altruista.
Asistir al estadio es un deber casi ineludible. EL JUGADOR 12 tiene además que llenarlo, sin importar el costo en el que la dirigencia vende los boletos; si llueve o no, porque es parte de crear ese mito de jugar de local y hacer frente a un rival, es estar allí y de nuevo repito: nunca será un sacrificio, sino una inversión por nuestro fútbol.
Por supuesto, el deber más señalado es que no importa cuántas veces pierdan, EL JUGADOR 12, jamás debe olvidar las victorias y los empates, ya que estos siempre suman puntos, donde sea que se jueguen. La idea que debe imperar en su mente, es la confianza por encima de todo, porque siempre habrá una buena razón que justifique un resultado inesperado.
Estos son sólo algunos de sus deberes. Pero como en todo, la parte más interesante siempre será la que implique derechos, donde vemos nuestros propios beneficios y es donde sin duda, EL JUGADOR 12 querrá verse retribuido después de haber cumplido y sentirse así, con toda la facultad para exigir.
EL JUGADOR 12 tiene derecho a soñar que quienes nos representan aman su camiseta; que se sienten honrados con esa distinción y que sus corazones se hinchan de emoción ante las gloriosas notas de nuestro himno.
También tiene derecho a pensar que su onceno hace un sacrificio diario por mejorar, por encima de las condiciones en las que se prepara, así como las carencias logísticas, estructurales, financieras, y un largo e interminable etcétera, que los diferencia de los países futbolizados, y contra todo lo cual, salen a mostrar su mejor juego, por EL JUGADOR 12.
Y más importante aún, EL JUGADOR 12 tiene derecho a pensar que quienes forman parte de nuestro fútbol, sean dirigentes, técnicos o seleccionados, están trabajando por este deporte para que crezca, que no decaiga, y para darle un lugar importante a los pequeños futbolistas, que a esta hora sueñan con ser algún día parte de su selección.
Por todo esto, sé que EL JUGADOR 12 me permitirá hacerles saber que a cambio, se compromete a no pedir en pago, automóviles, premios en efectivo, ni viajes y mucho menos irse de huelga, con tal de ver “mayor interés por nuestro fútbol, más ganas, menos materialismo, menos protestas y menos medidas disciplinarias”.
Estas son nuestras figuras y las queremos ver en acción. Pero también queremos que sean ejemplo de entereza, lucha y humildad, porque todo un país los mira y piensa que son diferentes al común de las personas y por eso están allí. Lo que siembren hoy será la cosecha de mañana. Así es que cumplan todos la parte que les toca y les aseguro que EL JUGADOR 12 entonces, también cumplirá.
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