Los trabajadores recuerdan hoy la gesta del 1 de mayo de 1886, desarrollada en reclamo a la jornada laboral de 8 horas. El centro de una masiva huelga fue la fábrica de maquinaria agrícola Cirus MacCormick, donde la Policía intervino y seis trabajadores murieron. En los días subsiguientes, los enfrentamientos continuaron y el número de víctimas se incrementó.
Esa histórica jornada fue la que dio paso al Día del Trabajo, que hoy se conmemora en la mayoría de los países incluyendo a Panamá.
En Panamá hay una población económicamente activa de más de un millón 500 mil personas y aunque el desempleo ha disminuido, hay un grupo considerable de panameños que logran sustento en el desfavorable sector informal.
Al mismo tiempo, los obreros que hoy cuentan que un empleo no logran los ingresos necesarios para cubrir sus necesidades. El alza constante de los precios de la canasta básica de alimentos, de los servicios públicos y del combustible aprieta cada quincena la economía de los hogares. Los aumentos salariales se quedan cortos con el alza del costo de la vida.
En esa línea se centra ahora la preocupación de los trabajadores panameños.
En Panamá, los obreros han dado muestras de valentía. El año pasado su presión fue determinante para derogar las leyes chorizos, que pretendían menoscabar al sindicalismo panameño.
Crítica saluda a los obreros del país, que son junto al capital, un pilar en el desarrollo de Panamá.