HOJA SUELTA
Arraiján y la Luna

Eduardo Soto P.
Colaborador
Entre Panamá y La Chorrera hay un oscuro recoveco llamado Arraiján. Quienes estén obligados a viajar entre algún punto del extremo oeste y la capital, tal vez lo podrá ver. Pero, cuidado, ¡hay extraterrestres!. Arraiján no siempre formó parte del planeta Tierra. Debió ser, según creo, un fragmento lunar o de Plutón, y eso explica por qué los alcaldes, representantes de corregimiento y legisladores tienen desde tiempos inmemoriales su mente puesta en cualquier parte del espacio exterior, menos aquí, en la realidad. Este triste y desértico sitio, cual novela de Juan Rulfo, es único porque tiene el aeropuerto más moderno y práctico de esta parte del continente americano (Howard); tiene una base naval que generará millones de dólares por día (Rodman); posee tierras vírgenes inexploradas de gran potencial económico; una de sus riberas es bañada por uno de los lagos más grandes del mundo (Gatún); tiene el puerto pesquero más importante de este lado del Pacífico americano (Vacamonte); y actualmente es el asentamiento de más rápido crecimiento demográfico, lo que lo convierte en un excelente mercado emergente. ¡El problema es que Arraiján está plagado de extraterrestres!. Es como si todavía fuera parte de aquel punto oscuro y sin gravedad más allá de la Luna, al que sólo se le podría ver con telescopio. Por eso el pasaje en bus es tan caro, a pesar que está a menos de 20 minutos de la capital, es decir, más cerca que la 24 de Diciembre en Tocumen, y mucho más acá que Pacora; por eso no hay agua, y la que llega, a veces, sabe a metal -como los platillos voladores-; por eso los dueños de gasolineras se han puesto de acuerdo, y mantienen el combustible más caro entre la capital y las provincias centrales (porque esta gasolina sirve para viajes extraterrestres); y por eso también, la comida es tan cara: los precios corresponden a lo que le cuesta a la NASA alimentar a sus astronautas cuando salen del ámbito terrícola. ¡Y ni hablar de las tarifas telefónicas!. Para comunicarse con el área se utiliza un satélite espacial, lo que explica que siendo un poblado más cercano que Alcaldedíaz, el uso del teléfono cueste casi lo mismo que una viaje a Marte. Arraiján es una aldea que tiene todas las de ganar por sus atributos económicos: ¡lástima que sea gobernada por marcianos!
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