EDITORIAL
Abstencionismo no; voto sí
La democracia representativa
asienta en la voluntad popular que emite su preferencia para otorgar el
mando a través de los votos, en comicios limpios, transparentes,
donde el sufragio libremente emitido es honestamente escrutado.
Los escogidos por la voluntad del pueblo asumen la representación,
deciden, legislan y ejecutan en su nombre, en el derrotero de materializar
aspiraciones, deseos y esperanzas que repartan equidad, justicia, pan, felicidad
y paz, en la sociedad.
Por tales motivos consignas negadoras del sufragio; los llamamientos
al abstencionismo corresponden a posturas de irresponsabilidad social y
política, que propone con estulticia que otros decidan, y escoge
cual avestrúz o caracol social, esconderse; no dar la cara; no definirse,
y propalar argumentaciones insustanciales, de oportunismo cómodo,
de facilismo irresponsable.
En nuestro país, a escasas horas de producirse el acto popular
de deferir el mando nacional en los comicios del domingo, pregoneros del
abstencionismo se atreven a realizar públicos llamamientos para que
no se sufrague, fundamentando tales llamados en una sensibilísima
dermis política que disiente de todos y eleva sus pareceres a categorías
de conducta general, cual erróneo imperativo kantiano.
Los que así proceden son ciudadanos incapaces de perder una hora
de sueño, ni agotar esfuerzos por una causa social digna y trascendente;
ellos viven refugiados en un profesionalismo aséptico, donde moran,
reinan y dominan, y con sus preconceptos proponen al votante que renuncie
a su herramienta transformadora y rechace determinar a quien se deberá
entregar las riendas mandatorias del gobierno del estado.
Las cifras históricas de los registros electorales permiten percibir
alrededor del setenta por ciento de los electores materializando el derecho
democrático del voto; sin embargo, tales cantidades significan ausencia
de más de trescientos mil votos de quienes podrían definir
la balanza decisoria, dado los márgenes diferenciales que escasamente
superan el cuatro por ciento, de acuerdo con los datos de las encuestas
publicadas y circuladas en corrillos políticos.
Los llamamientos debemos hacerlos invitando a los panameños a
concurrir temprano a votar y retornar al cierre para cuidar los sufragios
emitidos, haciendo de la elección una fiesta cívica donde
el país gane, y los valores de tolerancia, respeto a la libre emisión
de ideas y opiniones, sirvan de guía en el camino de ascenso y dignidad
que significa asentar en plenitud la democracia y la civilidad; realidad
que descarta los presagios violentistas, los rumores de acomodos fraudulentos
o el retorno a estadios de opresión y terror ya superados. Por esto,
la divisa es votar, libres y temprano.


|



|
AYER GRAFICO |
José Agustín Cajar Escala asume Presidencia del Sindicato
de Periodistas de Panamá |


|