En referencia al caso del ex dictador Manuel Antonio Noriega, monseñor José Domingo Ulloa reconoció ayer que la aspiración de justicia terrenal que reclaman familiares de las víctimas de la dictadura militar debe ser cumplida, pero también hizo un llamado para sanar heridas.
"Toda justicia tardía no es justicia, eso vale para todos los casos, no sólo para los casos de la dictadura, sino de todos los casos de ahora", aseguró.
El prelado afirmó que, aunque es de católicos perdonar, ese sentimiento no exime de la aspiración de justicia que tengan muchas de las familias "heridas y masacradas en aquel entonces".
"Comprendemos el dolor de las familias que han sido víctimas de aquel tiempo que no queremos ni recordar, pero también hay que ir sanando heridas, sino vamos a estar enfrentados los unos a los otros y frente a esta realidad hay que esperar las decisiones de la justicia", dijo Monseñor.
"Pienso que es difícil pasar la página, pero sí hay que ir sanando heridas y los medios que tenemos es la justicia humana y la de la fe en el perdón", aseguró.
Sobre este tema, el panameñista Luis Eduardo Camacho manifestó que en lo personal no le desea mal a Noriega.