Un panameño humilde, sin recursos económicos, preso por espacio de largos meses tiene el derecho de tener un abogado defensor. La respuesta es sencilla, si lo tiene pues está consagrado en la constitución política vigente.
Por esa razón, se creó el Instituto de Defensoría de Oficio, vigente en la República de Panamá desde los años 30.
"El defensor de oficio se remonta a los años 30", pues en aquella época solamente existía un abogado dedicado a esa clase de menesteres.
Posteriormente se incrementó el servicio con dos defensores en Colón, sn embargo por falta de costos se suprimió por que el estado "tenía que atender otras situaciones".
A los defensores de oficio en esa época, no se les prohibía el ejercicio privado de su profesión de abogado.
"Desde su despacho atendían tanto causas de oficio como particulares", pero con la reforma del Código Judicial en 1987 en que se instituye El Instituto de Defensoría de Oficio.
"Se eleva a un rango con algunas equiparaciones, con sus homólogos tanto en el Ministerio Público como en el Organo Judicial y si se prohibe el ejercicio liberal de la profesión, solamente podían ejercer la defensoría pública, dijo Fernández.
Con esa reforma del Código Judicial plasmada en 1987, se da un aumento de los defensores de oficio a nivel nacional.
En la actualidad hay 40 profesionales de esa rama a nivel distrital, circuital y municipal a nivel nacional.
Hay oficinas en La Palma, Darién, Colón, San Miguelito, sede principal ubicada en la provincia de Panamá, La Chorrera, Penonomé, Chitré, Provincia de Herrera, Las Tablas, David, Chiriquí y en Bocas del Toro.
Los defensores de oficio devengan un salario similar que los jueces de circuito y los fiscales donde ejercen sus funciones, precisó Gabriel Fernández, Director del Instituto de Defensoría de Oficio.
"No somos tan efectivos como quisiéramos ser", admitió el abogado, pero esta problemática tiene sus orígenes en escasez de personal, de equipo tecnológico, falta de detectives para lograr algunas pruebas a favor de los sindicados, manifestó el jurista.
D"Definitivamente que la comunidad está sumamente satisfecha con la labor que brindan los defensores de oficio", agregó.
En lo concerniente a materia estadística en el año 2002, se programaron 26,607 audiencias, de las cuales el 85% o sea 22,582 eran juicios para defensores de oficio en la rama penal.
En la esfera civil se realizaron 531 audiencias, mientras que en juicios de familia se lograron 1,430 procesos, expresó.
"En las ramas de niñez y adolescencia atendimos el 8%, o sea 2,064 audiencias programadas", y estos números representan un éxito con las limitantes que se tienen, "a efecto de solventar las demoras dentro del sistema de administración de justicia", precisó.
"De no existir esta institución definitivamente estaría estancada la administración de justicia", manifestó.