El gobierno de EU defendió ante el Tribunal Supremo, en el marco de su lucha contra el terrorismo, la detención indefinida de los estadounidenses Yasser Hamdi y José Padilla, como "combatientes enemigos" y sin ningún derecho legal.
Pero fuera de la Corte, activistas de más de una veintena de grupos cívicos y de derechos humanos afirmaron que el presidente George W. Bush se ha extralimitado en sus poderes durante tiempos de guerra y que, en todo caso, EU no puede estar por encima del derecho internacional.
Padilla, converso al islamismo, nació y fue criado en Chicago, donde purgó penas carcelarias. Fue detenido hace dos años en Chicago bajo sospecha de conspirar para detonar una bomba radiactiva de baja potencia. Quedó detenido y en junio del 2002 fue transferido a la jurisdicción militar.
Los activistas portaban pancartas con mensajes como "Fin a las detenciones indefinidas" o "Detención sin juicio es tiranía".