La aviación estadounidense bombardeó posiciones rebeldes en la ciudad de Faluja el miércoles por segundo día consecutivo, aunque los responsables militares norteamericanos afirmaron que continuaban negociando con vistas a lograr una tregua en el bastión sunita.
Los helicópteros y los aviones lanzaron misiles y dispararon con armas automáticas contra varios edificios tras la reanudación de los violentos combates en el norte de la ciudad sitiada desde hace más de tres semanas por los marines, según un corresponsal de la AFP y el ejército norteamericano.
Espesas columnas de humo negro se elevaban en el cielo sobre los edificios atacados, mientras los helicópteros seguían efectuando ataques y los francotiradores norteamericanos disparaban contra objetivos no determinados en las calles casi desiertas.
Pero el general estadounidense Mark Kimmitt, jefe adjunto de las operaciones militares en Irak, afirmó en una conferencia de prensa en Bagdad que las fuerzas norteamericanas "siguen determinadas a respetar el alto el fuego y a resolver la situación pacíficamente" en Faluja, 50 km al oeste de la capital iraquí.
"Sería todavía mejor si esto se pudiera solucionar sin poner en peligro la vida de nuestros soldados o marines", dijo Kimmitt en alusión a las negociaciones en curso entre representantes de la coalición encabezada por Estados Unidos y jefes locales.
Sin embargo, el general Kimmitt advirtió que los marines están preparados para reanudar sin demora las operaciones ofensivas suspendidas en forma unilateral días atrás.
Según el capitán Christopher Logan, un portavoz de los marines, los rebeldes atacaron a "varias" unidades de la coalición. Las fuerzas de la coalición lanzaron ataques aéreos para reforzar a las tropas en el terreno.
La estación ferroviaria de Faluja era uno de los objetivos, afirmó por su parte el coronel John Coleman.
Dos miembros de la guerrilla murieron en los bombardeos que se dirigieron en la noche del martes contra un vehículo y un edificio utilizados por rebeldes en Faluja, escenario de los combates más violentos en Irak desde el inicio de la ocupación hace un año.
Un alto el fuego, firmado hace dos semanas, prevé la recolección de las armas pesadas así como también patrullas comunes entre las fuerzas de la coalición y la policía local.