El actual subcampeón del mundo sufrió una sorprendente debacle en Bucarest, en un partido amistoso en que los rumanos jugaron a su antojo.
El desastre germano empezó prácticamente antes de comenzar el partido con los partes médicos que obligaron a Rudi Voeller a modificar en tres posiciones la alineación inicial debido a las bajas de Michael Ballack, Jens Nowotny y Frank Baumann.