La Iglesia católica chilena pidió, por primera vez, perdón por una veintena de casos de pederastia que han sido denunciados en los últimos años en el país y exhortó a las víctimas a denunciar a las autoridades eclesiásticas estos "gravísimos delitos" con el fin de que no se repitan.
"No hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores, y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito", reza un comunicado difundido durante una rueda de prensa que ofreció el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Alejandro Goic.
El texto, aprobado por el organismo eclesiástico durante su 99 asamblea plenaria, expresa también su "adhesión" al papa Benedicto XVI "ante las injustas y falsas acusaciones que ha recibido".