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La publicidad juega un papel de suma relevancia al presentar compulsibilidad por comprar. El comprador compulsivo no es sólo el que se va descontroladamente de "shopping" sino también aquel que participa en eventos innecesarios. En el área urbana es donde se observa más este tipo de psicopatología.  |
¿Te pasas de tienda en tienda, gastando lo que no tienes? ¿Te endeudas para comprar y luego te quedas "corto" para llegar a la quincena? Si respondiste afirmativamente a estas preguntas, lo más probable es que seas un comprador compulsivo.
Zulay trabaja como cajera en un banco de la localidad, tiene 35 años y es divorciada. Ella confiesa que cuando estaba casada, tenía fuertes discusiones con su esposo, pues casi todos los viernes se iba de "shopping", pagaba con tarjetas de crédito y se endeudaba hasta el cuello.
Ahora que está sola, reconoce que compra más de lo que gana y que cuando está comprando, sabe que se está endeudando, pero piensa "yo me lo merezco".
De acuerdo a Fabio Bethancourt, Magister en Psicología Clínica del Centro Especializado Paitilla, un comprador compulsivo es aquella persona que tiene una dificultad significativa en el control del impulso de comprar.
"Es una persona que no puede controlar el deseo de consumir, el deseo de comprar y como le cuesta trabajo controlarlo lo hace repetidamente, inclusive, puede estar en detrimento de su economía y de su bienestar".
Bethancourt destaca que el comprador compulsivo sufre del trastorno del control de los impulsos. "Es un trastorno de tipo psicológico, la persona se torna obsesiva en cuanto a la compra y requiere tratamientos".
Según Bethancourt, los estudios que se han realizado sobre esta conducta, revelan que el comprador compulsivo tiene ciertas características como:
Las mujeres tienden a ser más compradoras compulsivas que los hombres.
Esto se debe en gran parte a la publicidad, pues los estudios de mercado la encuentran más vulnerable en
ese sentido, más disponible a que compre, a que sea objeto de persuasión para consumir.
El consumidor compulsivo tiende a no darse cuenta o a negar que realmente es una
persona que compra objetos y participa en eventos, muchas veces innecesarios. Negarse es una manera de defenderse
contra la propia ansiedad, que puede provocar darse cuenta que está comprando y gastándose el dinero
en cosas que aparentemente no son necesarias. El consumidor compulsivo se desenvuelve
en el área urbana, en la ciudad, pues éstas son las personas más propensas a ser afectadas por
los medios de comunicación, que son en gran parte responsables de la conducta del de este tipo de consumidor.
En este sentido, Bethancourt señala que los publicistas, los psicólogos de la publicidad o los diseñadores en el área de mercadeo, identifican mediante estudios, el perfil para que la persona consuma.
Pueden lanzar una gran cantidad de publicidad muy atractiva dirigida a una persona con capacidad de compra, que está en un área urbana y que sobre todo sea una persona muy vulnerable.
Bethancourt asegura que estas personas se transforman en constantes compradores de productos, que en muchas ocasiones los tienen que regalar o los almacenan porque después de la compra, no les gustan lo suficiente. |