Los dos japoneses que permanecían capturados como rehenes en Iraq fueron liberados el sábado, dos días después del rescate de otros compatriotas cautivos.
El trabajador asistencial Nobutaka Watanabe, de 36 años, y el periodista independiente Jumpei Yasuda, de 30, fueron entregados a la Asociación de Clérigos Musulmanes, un grupo sunita que ha facilitado la liberación de numerosos grupos de secuestrados extranjeros en Iraq.
De ahí, los rehenes fueron llevados a la embajada japonesa en la capital iraquí, dijo Jiro Okuyama, portavoz de la cancillería.
Ambos rehenes liberados comentaron a la cadena NHK que se les trató bien, y que sus secuestradores dijeron que la liberación buscaba evitar daños a las relaciones entre Irak y Japón. Les pidieron además transmitir un mensaje de que Japón debe retirar sus fuerzas militares de Irak.
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