Hacía un calor calcinante en el distrito de Pesé, provincia de Herrera el pasado viernes 9 de abril, Viernes Santo. Cientos de personas llegaban de distintas partes del país para presenciar la "Pasión en vivo de Jesús", que ese día precisamente cumplían sus 50 años de realizarla, y que la UNESCO este año la declaró como "Patrimonio de la Humanidad".
El cura párroco del lugar, padre José "Chemita" Rodríguez, aunque atendía a todos a la vez, se le observaba muy atareado, porque en breve tendría que dirigir en vivo el Drama de la Pasión.
En la iglesia, la gente entraba y salía. Mi primo asegura haber visto a un hombre entrar a la iglesia y sentarse en la segunda fila de bancas frente al Altar Mayor y sacar de una gorra un pájaro (variedad azulejo) muerto; lo dejó sobre la banca, y sigilosamente se perdió entre el gentío. Por largo rato, muchos parroquianos intentaron sentarse en la banca, pero al ver al ave muerta, aceleraban el paso y se alejaban.
¿RITO, COSTUMBRE, MANDA, MALDAD, HECHICERIA?
Quizás no haya sido nada de eso si lo que pudo haber sido fue el arrepentimiento de esa persona que hirió de muerte al pajarito y lo llevó a la iglesia para que "Papa" Dios lo salvara. Eso es lo que especulamos, porque en realidad nunca sabremos cuál fue el verdadero propósito de haber llevado "un pájaro muerto a la iglesia, el pasado Viernes Santo en Pesé a las 3:00 p.m.".