El gigante de la creatividad artística despertó en la penonomeña Sonia de Solanilla Morales en la alborada de su vida. Allá, en la campiña, donde el día, la noche, el viento, los astros, los árboles y los pájaros tienen un diálogo con la artista.
Desde entonces ha usado ese don para plasmar en el lienzo la belleza de la multicolor naturaleza, de la mujer, de un niño, la expresión de unos ojos.. uno y mil temas que surgen de dentro de ella, pero también de musas inspiradoras que halla en su cotidiano andar en busca de razones para pintar. Hambre que hay que saciar.
DE INTERES: EL VERDE LE FASCINA
Son 20 cuadros al óleo los que exhibe hasta el 30 de abril en Galería Mery Palma (Hotel Sheraton) en "Reflejos de la tierra".
Ella es experta en pintar ese ser profundo que está acurrucado en cada uno: vivaz, curioso, tierno y temeroso algunas veces.
Amor, siempre con mayúscula, por la vida, sus congéneres y el hábitat, es el alma de su arte.