Contrariamente a lo que afirmaban estudios anteriores, una actividad sexual frecuente no aumenta el riesgo de padecer cáncer de próstata e incluso podría reducirlo.
Las eyaculaciones frecuentes ayudan a eliminar las sustancias químicas que ocasionan el cáncer.
Una teoría, es que las eyaculaciones frecuentes ayudan a eliminar las sustancias químicas que lo ocasionan.
"Es demasiado pronto para proponer que los hombres cambien sus hábitos sexuales para reducir el riesgo de cáncer de la próstata".