A nivel de selecciones o de clubes, Venezuela se convirtió en una molesta piedra en el zapato del fútbol sudamericano, y a fuerza de resultados consiguió en 2004 reescribir la historia, dejando su papel de eterna Cenicienta.
La Federación Internacional de Fútbol (FIFA), a través del instituto que lleva sus estadísticas, se percató del avance del fútbol llanero y, colocó a la vinotinto entre los cincuenta primeros equipos. Ocupa el puesto (48).