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Mario Torres en las últimas selecciones panameñas ha sido titular. Para muchos debe ser el capitán del conjunto crillo así como lo es en el Platense. En la liga hondureña juega junto a Ricardo James. Su conjunto no marcha tan bien en la liga, pero él espera que esto cambie.  |
Aquel niño recorría las veredas de ese humilde barrio... El infante dibujaba en su mente, mientras pateaba un balón, los sueños de llegar a ser como los grandes... Quienes lo veían tal vez no notaron en esos momentos la calidad que tendría. Poco a poco creció... Y jugando de liga en liga llegó a la desaparecida LINFUNA para vestir las camisetas del Balboa y el Santa Fe. Además de un pasaje corto por el Orión.
Con un talento innato y algo de suerte se marchó a Honduras. A una de las mejores ligas de Centroamérica y un país que tiene una mejor infraestructura futbolística que la nuestra.
Allá tiene siete años... Siete años alejado de su patria, que visita cuando puede. Pero que extraña desde lo más profundo de su corazón...
SIEMPRE CON EL PLATENSE
"En el Platense me siento bien y no creo que desee vestir otra camiseta, pues la gente me respeta, me aprecia y yo les soy recíproco. Pues la mejor forma de dar gracias, es demostrar lo mejor en la chancha. Así le pago a los fanáticos del Platense", indicó el defensa panameño a Sport.
Para este año, la meta de Torres es llegar a ser campeón. Para ello primero deberán clasificar entre los cuatro primeros de la tabla.
UN VERDADERO DÍA DE PRÁCTICAS
"Los días son arduos, en la mañana entrenamos, desde las 7:30 y terminamos a las 11:00. Es un entrenamiento fuerte, pues así lo requiere la liga. Luego en la tarde entre 3:30 a 5:30 hacemos la otra práctica", destacó Torres.
"Soy la cabeza del equipo, junto al compatriota Ricardo James, hay mucha gente joven y nos respetan, somos ejemplos para ellos, en este fútbol tan duro y competitivo", subrayó.
PANAMÁ PRIMERO
"Todo, lo extraño, realmente mi comida, mi familia, mi ambiente, todo, quisiera estar en Panamá pero por el trabajo no puedo, pero no me quejo pues es una oportunidad que Dios me da", aclaró.
"El Caballo de Hierro" espera jugar hasta que las piernas no den más y retornar a su patria. "El fútbol tiene que crecer y los panameños tienen todo el potencial para ser mejores, soy un convencido que en Panamá podemos ser más de lo que se es", agrega el capitán del Platense.
LOS APODOS
Caballo de Hierro (según Torres) fue un apodo colocado por el narrador Ponce Morazán. En tanto que "Chalate" se lo puso la colonia salvadoreña cuando jugaba la ADECOPA para El Salvador. A sus 30 años, Chalate fue uno de los mejores jugadores en la pasada Copa de Naciones.
Por sus condiciones podrá formar parte de los llamados a ser parte de la selección en la eliminatoria de Alemania 2006. Titular seguro, así en la defensa panameño tendremos a un caballo, pero no a cualquier potro, a uno que es tan fuerte como el hierro y, lo mejor, cien por ciento orgulloso de ser panameño. |