Es una tendencia que tenemos los seres humanos: siempre tratamos de aprovecharnos de quienes no tienen posibilidad de defenderse, o de quienes aparentemente están de alguna manera en desventaja. Un clásico ejemplo es el de los comerciantes que aumentan sus precios sin control, o mienten en cuanto a la calidad de sus productos, o alteran las balanzas, o contrabandea mercancía: todo esto con el único interés de obtener dinero fácil, plata que en la mayoría de los casos sale del bolsillo de la gente más pobre. El violador que ataca a una mujer indefensa o a un niño también es un ejemplo de este abuso que con demasiada facilidad cometemos algunos seres humanos contra los desvalidos.
Los políticos partidistas mienten a su electorado para llegar al poder y poder obtener fortuna. Eso no es más que abuso, puro abuso, pues muy poco trabajan para mejorar la situación de vida del común de la ciudadanía.
Continuamente estamos tratando de sacar provecho de los demás, les mentimos, les hurtamos dinero descaradamente, les quitamos sus haberes para aprovecharnos de ellos muchas veces sin tener derecho. Esta situación de injusticia, de evidente egoísmo en el mundo, es lo que nos tiene al borde de una abismo oscuro, en el que pronto caeremos definitivamente, sin opción para volver a empezar. |